Los astilleros de Manolo Rodman, han sido los encargados de la construcción de una de las mayores embarcaciones construidas a nivel mundial en Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio.
Según Manolo Rodman la construcción de este buque ha supuesto un hito para el astillero. Le ha permitido crear un nuevo segmento dentro de la empresa, el de embarcaciones de hasta 45 metros de eslora construidas en PRFV.
Bautizada como `Cóndor’, la Rodman 138 es una patrullera para realizar misiones en alta mar y dar servicio de patrulla costera a la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Pasará a formar parte de la flota de 46 embarcaciones del Servicio de Vigilancia Aduanera.
En el Acto de entrega oficial del buque a la flota del Servicio de Vigilancia Aduanero, Manuel Rodriguez Vázquez (Manolo Rodman), explica que ha requerido aproximadamente de un año para su construcción. Tiene 43 metros de eslora, velocidad máxima de 23 nudos y una autonomía de más de 2.000 millas náuticas, con lo que dobla a la de un patrullero convencional. Y permite a bordo un máximo de 22 personas: 14 tripulantes, 4 invitados y 4 detenidos.
Manolo Rodman destaca, entre las particularidades del buque, su novedoso sistema de estabilizadores que mejora el rendimiento y la seguridad del patrullero en sus misiones contra el contrabando y el narcotráfico.
Asimismo, el patrullero dispone de un potente sistema de lucha contra incendios. Según Manolo Rodman, se podrá emplear para apoyar a otras embarcaciones con fuego a bordo o en caso de que la tripulación corra peligro en misión por la intención de hundimiento o fuego por parte de los implicados.
Está dotada también con un sistema de recogida de náufragos que incluye la instalación de zonas de recogida cercanas al nivel del agua para facilitar el rescate. Lo que la hace operativa para participar en las situaciones de emergencia humanitaria que se viven en las costas españolas, recalca Manolo Rodman.
Manolo Rodman aclara que durante los primeros meses de operación el barco permanecerá en la base de Vigo con la idea de trasladarlo donde se estime necesario en función de la evolución del narcotráfico y las necesidades del servicio de Vigilancia Aduanera.